soy una cabrona, cuando termino algo lo termino porque ya no lo quiero. nunca antes he dejado cosas teniendo dudas de si debería dejarlo. tampoco he dejado cosas porque me están haciendo daño. siempre dejo las cosas cuando y porque quiero. suena cruel, y no es mi intención, pero así lo hago.
lo cierto es que nunca he podido escribir de ti en tercera persona, así que helo aquí, mi tratado de paz. la retirada definitiva. siempre he querido saber por qué hice lo que hice y por qué lo hice así, porque no lo sé, y llego a la conclusión de que esa historia en la que tú estabas no se trataba de mí, se trataba de ti, y que como tal, no he sido yo la que le puse fin, sino que serás tú quien lo haga. acordarme de ti no me trae más que sonrisas. no pudiste haber sido mejor. no necesitabas serlo. yo sí. y no lo soy. probablemente no lo seré nunca. en las comedias románticas, siempre hay esta parte en la que los antiguos amantes se reencuentran y los conflictos ya se solucionaron. vamos a llegar ahí un día. no soy yo la que debe decírtelo, pero (no lo voy a escribir, lo hice pero sé lo mamón que suena y no quiero ya hacerte nada malo aunque no pueda dejar de hacerlo).
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