28 de mayo de 2015

Rebeca






hoy amanecí en tu casa. dormí abrazada a ti y en la mañana, mientras te estabas bañando, me robé uno de tus libros. cada vez que me dejas me robo una cosa tuya: una hoja de libreta, una carta de una ex novia, un llavero, una foto, el suéter de la muchacha a la que ves los martes. pero no te sientas especial, lo hago con todas las personas que conozco. por ejemplo, cada vez que visito la oficina de mi jefa, me robo sus post-it, y todo el tiempo tomo marcadores y/o plumas del escritorio de mis compañeros. la vez que fui a la oficina de tu jefe, me llevé una pequeña bicicleta de juguete que tenía de adorno y creo que nadie se dio cuenta. me llevo cosas porque me sirven para comprobar que no estoy soñando. son como anclas a la realidad, pruebas de que las cosas sucedieron. casi siempre son cosas pequeñas y sin importancia. una vez fuimos al museo del juguete, me robé la cabecita de un muñeco. todas las cucharas que tengo son de restaurantes. ¿recuerdas cuando perdiste tus llaves? adivina quién las tiene.






3 comentarios:

Anónimo dijo...

Sam Herring

Anónimo dijo...

Que linda.

Anónimo dijo...

Róbame esta, preciosa