24 de octubre de 2014

río de los remedios





la tristeza se apodera de todo cada vez que menstrúo, me parece. surgen dudas, preguntas constantes, extrañamientos oníricos. es el mismo miedo que nos acecha cada noche: estamos realmente solos? existe alguna compañía? no es como ir al cine: sentado a mi lado sorbiendo tu ice de cereza tocando eventualmente mi mano y yo desintegrándome cada vez que lo haces pero no sé por qué. tengo varios nombres bien grabados en mi cabeza y varios miedos de los que no me puedo deshacer. también tengo que explicar que el mismo miedo, o debería decir terror (paralizante), me hace actuar como si no me importara, como si estuviera todo bien. pero la duda contamina de dudas y estos son terrenos pantanosos y otros lugares comunes que podríamos mencionar. yo no me atrevo a hacer promesas vacías ni siquiera después de unas cuantas cervezas because me suelo creer mis propias mentiras. no son mentiras, verás, nunca lo fueron. siempre lo dije en serio y siempre luché por ello pero me rendí a medio camino como acostumbro hacer con todo y no sé por qué. ni siquiera requería tanto esfuerzo pero es como hago con todo: si no requiere mucho trabajo y si no es confuso y enredado y tiene un fin práctico, lógico y realizable, pierdo interés. no me considero una persona complicada en lo absoluto pero hay algo de interesante en la promesa de un drama. hay algo de narrativa. y creo que lo que busco es narrativa. así que no te prometo nada. pienso que estas cosas requieren trabajo arduo, un esfuerzo, porque quererse no basta, como lo hemos comprobado. anyways creo que me rompí de veras. anyways escucharte así entre sombras diciendo "ni modo, otra vez" me hace sentir no sé: triste pero segura de que sabes de lo que estás hablando y yo sin poder prometerte nada, por sensatez sobre todo. quiero hacerte una promesa pero quiero que me la creas. eso y un sorbo de tu ice.





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