cada año que se acaba no podemos evitar mirar hacia atrás y ver lo que hicimos, deshicimos, no hicimos, y cuánto engordamos. yo enogrdé bastante. resulta que a esta edad el cuerpo ya no metaboliza los tacos de la misma manera que cuando era joven. subí de peso, pero no le puedo poner un número porque ese peso es peso emocional que se encuentra en mi corazón. cada taco que comí este año tiene un significado especial, una compañía o una ausencia, y además estuvieron deliciosos. no podría agradecer a todos los que quiero sin ponerme cursi así que solo voy a decir que no sólo no hubiéramos sido nada sin ustedes sino con toda la gente que estuvo a nuestro alrededor desde el comienzo, y algunos siguen hasta hoy, gracias... totales!
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