I.
el inicio del invierno en mty siempre ha sido muy particular porque no comienza con frío. el sol está muy picoso pero sin ser caluroso y el aire está, no sé, pesado, triste, suave. tal ambiente me trae recuerdos muy específicos:
1- salir de la secundaria al mediodía en noviembre estando triste, no por algo en específico, es más bien una tristeza general e infinita. estás triste porque sigues no teniendo amigos, por el ángulo en el que pega el sol, porque tienes mucha tarea, por tus papás, por el libro que estás leyendo, porque ya no existe tu banda favorita, porque no eres adecuado, porque falta mucho para que se termine esta pesadilla a la que llamamos vida.
2- mi niñez en casa de mamá maría en los condominios constitución a las 4 de la tarde, justo después de la merienda. un día tranquilo y aburrido y un sol que entra con fuerza por las esquinas de la ventana junto con un calor modorro que propicia una siesta.
3- tu cuarto después de comer spagueti, se oyen los ladridos de los perros, huele a polvo y te escucho dormir. no nos vamos a mover de la cama en todo el día. afuera sólo existen cosas que amenazan nuestra supuesta tranquilidad.
me estoy viendo a mí misma en esos momentos. ahora mismo no estoy aquí, no soy yo la que tecleo. estoy en estos tres momentos sin saber si ponerme el chaquetín o dejármelo, cubrirme con la colcha o no. porque eso es el invierno: una tristeza-alegría, una nostalgia filosa vacía, tiempo muerto, anticipación de la vida. esto es monterrey un veinticinco de septiembre. todos queremos dormir pero nadie puede porque tenemos trabajo que hacer.
II.
les pido que no me critiquen demasiado ni me tachen de cursi o ridícula, aunque lo sea. voy en un taxi y hay mucho tráfico. el taxista trae las canciones más tristes del mundo:
es en serio, que tristeza se siente hoy.
2 comentarios:
Septiembre, 1995 Voy en el transporte escolar y Don Benito el chofer pone su caset de los angeles azules, suena "los caminos de la vida", tengo mi cabeza recargada sobre la ventana y tengo ganas de llorar, traigo sueter.
pues suena a que mi vida ha sido un septiembre eterno.
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