15 de enero de 2019

martes

ayer no fui a la escuela porque estuve enferma. casi nunca me enfermo o sí pero no me doy cuenta. sin embargo, esta vez tuve fiebre y escalofríos y soñé que mi mamá no me quería cuidar, lo cual es ridículo, mamá siempre nos quiere cuidar. pero esa es la razón por la cual no comienzo estas entradas diarias en lunes. los lunes me parecen mejor comienzo que los domingos porque los domingos me parecen un preámbulo fastidioso de la semana. 

recuerdo el enero del año pasado. fueron días de un reajuste feliz. D recién se había mudado aquí conmigo y pusimos foquitos en las paredes y las plantitas. todos los días en la noche, al llegar del trabajo, me sentaba en la mesa a escribir lo que fuera y ponía canciones de the drums y D llegaba y nos poníamos a bailar en la sala. fui muy feliz. aunque ahora la novedad se ha ido, seguimos estando contentos. 

contentos.

que palabra tan mensa.


hoy, aunque no quería despertarme porque me dolían mis ojos y mis brazos, lo hice y me fui al trabajo. me puse la blusa celeste que me toca del uniforme pero como hacía mucho frío, me puse encima un suéter negro de cuello de tortuga que me regaló M en navidad y me puse mis botas punks y feas porque son más cómodas que los zapatos. a nadie le importa de todas maneras. ni siquiera me cepillé el cabello. la semana pasada me robaron el celular y lo remplacé con un modelo más nuevo porque soy víctima de la mercadotecnia, qué puedo decir, entonces me emocionaba el hecho de estrenarlo escuchando música en el camión. tengo una rutina sagrada para mi trayecto al trabajo que consiste en salir con 15 minutos de anticipación SIEMPRE y sacar la basura, y al subirme al camión ponerme los audífonos para escuchar una lista de música preparada con anterioridad. de vez en cuando, elijo dormir. casi nunca voy leyendo en el camión: me marea, me resulta incómodo si tengo que ir de pie, no puedo concentrarme. cuando escucho música sí me puedo concentrar o perderme. ojalá nunca tenga que dejar de tomar el transporte público.

llegué justo a tiempo al trabajo y los niños me dieron abrazos porque no me vieron ayer y la verdad yo también estaba muy contenta de verlos porque estar con ellos me ayuda a despejarme. el trabajo me ayuda a despejarme, pero estoy muy segura de que si tuviese un trabajo diferente a éste, no sería así. la primera parte de la mañana hicimos goop que es como una sustancia pegajosa con borax y pegamento y colorante. luego comenzamos un nuevo libro. me encanta comenzar libros más que terminarlos. todo bien. tenía muchas ganas de dejar de estar enferma. el día transcurrió muy normal, regañé a algunos alumnos, dejé tarea. a la hora de la salida, los niños de mi grupo se fueron rápido. faltaban cinco minutos para mi hora de salida pero como ya no tenía alumnos me fui. también necesitaba irme porque me dolía todo el cuerpo, aún me duele. antes de salir corriendo, P me detuvo y me invitó a su fiesta, lo cual me pareció muy amable de su parte y creo que planeo ir y no ponerme borracha porque estoy tratando de no embriagarme (tanto). es un experimento, sólo quiero ver qué pasa. 

saliendo del trabajo tengo dos opciones. la primera y más lógica es esperar el camión en la esquina, tarda un poco pero es una esquina linda y me encantan las paredes del panteón que está en esa calle. la otra es caminar un buen tramo hasta la avenida principal. amo caminar, así que casi siempre camino y en el camino me imagino conversaciones que pude haber tenido con las personas que vi ese día. hoy imaginé que platicaba con A. en fin, al llegar a la avenida tomo un camión con ruta larga pero panorámica, esto quiere decir que los paisajes de la ciudad que puedo ver son más bonitos pero me tardo 30 minutos más. claro que siendo la persona poco práctica que soy, es mi ruta predilecta. a continuación una descripción de las cosas que veo camino a casa: 1- un mural de la magdalena contreras que tiene pintados a todos los santos de por ahí, san jerónimo, san bernabé, san nicolás, 2- el asta bandera que está en periférico que me parece espectacular, 3- más adelante está lo que parece una embajada o un edificio chino muy bonito 4- la entrada de la unam 5- la rotonda de miguel ángel de quevedo que tiene como unos perritos 6- la parte de la iglesia chuquita y un riachuelo que huele bien feo que me gustan mucho, ahí es donde todas las calles se hacen como empedradas, la verdad ignoro cómo se llama esa parte pero siempre se me ha hecho muy bonita 6- pasando la iglesia está un edificio de departamentos que me gusta mucho, es alto y color crema con rojo, no tiene nada especial, sólo me parece muy bonito. también a lado hay una casa de dos pisos que tiene una azotea y está repeletísima de todo tipo de plantas, parece bosque. 7- plaza universidad, me gusta porque ahí se bajan muchos y se suben muchos otros pero quiere decir que ya casi voy a llegar a casa.

cuando me bajé del camión, venía escuchando home de johny pierce, y estaba llorando. no llegué al oxxo a comprar papitas, es otra de las cosas que estoy intentando hacer, comer menos papitas. entré a la casa con la idea de comer algo y hacer mis planeaciones, pero me puse a ver las redes sociales y todos en facebook estaban publicando sus fotos del 2009/2019, lo cual me parece un ejercicio muy bonito. en fin, me distraje haciendo eso y ahora van a ser las 8 p.m. y no he comido ni he hecho mis planeaciones. 

ayer platiqué algo triste con D y tengo muchas ganas de verlo y llevarlo a cenar y luego venir a dormir abrazados. él duerme del lado derecho y yo del izquierdo. al inicio nos abrazamos pero luego nos soltamos para acomodarse cada quién por su lado como pueda, nuestra cama no es tan grande. hoy no lo quiero soltar.


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