10 de noviembre de 2018

sad as fuck

estoy sad as fuck. no es malo, sólo he tenido días malos. los días malos se van. parece que yo me quedo aquí a esperarlos de nuevo. vengo a contar esta pequeña anécdota y lo que se me ocurra después: he tenido días malos y he estado triste o es la sensación que identifico como triste, sólo por darle un nombre. todo me parece triste no en el sentido romántico. me parece triste e insoportable. apenas puedo conmigo. pero el otro día, una niña en la escuela estaba leyendo un libro en el descanso y le pregunté que qué leía. me dijo que la historia interminable. le dije que era un libro muy bonito y comenzamos a platicar sobre los personajes, cuál era nuestra parte favorita, etc. hablamos de las películas. me dijo que la historia era demasiado larga y que tal vez iba a tener que hacer dos reportes o tres. a esta niña la veo en los recreos sentada leyendo o dibujando en vez de corriendo, es el tipo de niña que es. es muy inteligente, muy linda. sé que le gusta leer porque justamente antes de este libro, estaba leyendo momo. no veo que sea muy platicadora o que tenga muchos amigos pero tampoco le frustra o le intimidan los demás. es pacífica y reservada. entonces ahí estaba yo, tratando de dejar de lado mi conflicto interno para poder existir y me encuentro platicando con ella de la historia interminable y me dice: teacher, ¿quiere que se lo lea? le dije que sí. nos sentamos en una banquita y me comenzó a leer con voz bajita pero segura. ya iba casi al final, en la parte en que Bastián conoce a Doña Aiuola. tuvo problemas pronunciando su nombre, como se pretende que sea, y nos dio risa al tratar de pronunciarlo las dos juntas. ella se detenía de vez en cuando a anotar en un papelito las palabras que no entendía para hacer el glosario de su reporte. me leyó unas dos páginas, constantemente interrumpida por otras niñas y niños que se me acercaban a pedirme permiso para ir al baño o tal. sonó la campana que indica que el descanso se termina y antes de irse me dijo: mañana le seguimos. al día siguiente, me buscó y nos sentamos en la misma banquita y siguió leyéndome. y así toda la semana. voy a tratar de explicar lo siguiente. todos los niños que he conocido tienen algo particular y especial. algunos pueden dar vueltas de coche, otros dibujan increíble, otros son muy buenos en matemáticas o en spelling, otros pueden eructar el alfabeto. pero esta niña tiene algo que es especial especial, porque el sentarme con ella y dejar que me leyera fue como un bálsamo para el alma. me hizo sentir mejor. muchos niños hacen eso, son tiernos y compasivos. abrazan, dan besos. pero ella no es mucho de contacto físico y me pareció increíble que pudiera transmitir algo como paz de esa manera. esta semana, los descansos fueron ratos muy especiales. sigo sad as fuck pero me siento mejor, creo.

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