5 de julio de 2019

lloro si quiero

no todo lo que hago es llorar. también puedo repartir putazos. estos putazos son metafóricos, claro, porque no te voy a golpear porque jamás he golpeado a nadie porque no puedo: no tengo brazos, no tengo piernas, no tengo cabeza para otra cosa más que para este coraje que tengo. pero te puedo causar mucho daño de muchas otras maneras. y mientras te esté causando ese daño voy a llorar porque aunque no todo lo que hago es llorar, lloro mucho. pero híjole los putazos emocionales que te voy a dar, no sabes. no sabes la repulsión que me causas pero no sabes lo poco que me importan tus intentos de burla. soy inmune a eso. y sin embargo, lloraré. pero cuando termine de llorar te voy a arruinar la vida, compañero. voy a hacer que me quieras un chingo y te voy a querer otro chingo y vamos a competir ferozmente por ver quién quiere más a quién y claro que de alguna forma yo estaré ganando y me vas a querer tanto que te va a doler. te va a doler tenerme y te va a doler no tenerme también. no sabes lo mucho que te voy a hacer sufrir y voy a llorar en el proceso para que te duela más. esto es una declaración de guerra.

1 comentario:

Zarzoza dijo...

Para mí las separaciones amorosas son una especie de decantación; uno se pasa la vida como tratando de mezclarse lo más posible con el otro;y somos un simbiosis de diferentes densidades. al final de todo cuando ya estamos bien revueltos; solo hay que dejar que las cosas se asienten con el tiempo. luego ya cada uno con su posición establecida puede determinar dónde termina uno y empieza el otro. saber dónde cortar y continuar con su vida.

en eterno resplandor(...) tiene mucha lógica el mapeo de recuerdos; aunque la mente no es tan lógica como para saber hasta dónde y de dónde;siempre hay fugas y recuerdos inesperados que nos golpean cuando menos lo esperamos