30 de septiembre de 2014

salto del agua

I.
hoy es martes. me desperté tarde así que no tuve tiempo de bañarme en la mañana pero llegué puntual a mi clase de las 7 a.m., como siempre. a las 6 a.m. en punto envié un mensaje de texto el cual me fue contestado hasta las 10. desayuné unas mantecadas y un huevito. ayer me gasté 20 pesos en la maquinita expendedora del trabajo, en puras papitas. recibí una llamada espantosa a las 4:15 p.m. y luego tuve clase con los niños y luego otra clase y luego para regresar a la casa esperé el pesero que va a salto del agua, cuyo recorrido disfruto inmensamente porque me deja muy cerca de la casa pero también pasa por mi fuente favorita en la ciudad y el museo del automóvil y división del norte, pero esta vez no lo alcancé porque deja de pasar a las 8 p.m. así que tomé un taxi hasta ermita y regressé a casa en metro. magda me regaló un pastelito por el día del traductor y cuando llegué a la casa había una reunión de diseñadores así que ahora estoy en mi cuarto leyendo y oyendo música y escibiendo acá. eso fue todo. pensé que serían más cosas el día de hoy.




II.
hoy es martes. la alarma sonó a las 4:30 de la mañana y me levanté a las 5 para poder meterme a bañar. en lo que se calentaba el agua me hice de desayunar unos panes con mantequilla. al quince para las 6 estaba esperando el metro en eugenia y en el transbordo a la línea 2 me topé con una chica a la que veo todos los días con quién supongo es su novio, pero él no iba hoy y ella iba llorando. me dieron ganas de llorar. lloré. tuve mis clases de la mañana y luego fui a la universidad y en el camión me quedé dormida y se me pasó la parada así que tuve que bajarme y tomar el camión de vuelta. se subió un viejito que preguntó si el camión lo dejaba en las bombas y calzada del hueso y dijo que sólo traía 4 pesos y otra señora le indicó cómo bajarse y tomar otro camión pero el viejito recalcó que sólo traía cuatro pesos. la señora le dio cinco pesos y se bajó con él para indicarle cómo irse ya que el viejito estaba bastante perdido. el camión traía corridos norteños y yo iba triste, así que lloré otra vez. tuve clases con los niños, una más y regresé a casa en el pesero que va a salto del agua. yo me bajo en vertiz. me cobra 5.50. iba escuchando canciones de regina spektor en mi reporductor de música y cuando se puso la de field below comenzó a llover y yo comecé a llorar otra vez porque i'm awake to feel the ache. la verdad es no lloré, cada vez que me dieron ganas de llorar el día de hoy, me daba un ataque de tos y eso era todo, esa era mi manera de externalizar mi hastío. pero la ciudad es preciosa. en realidad lloré (o no) porque todo es precioso. como de una felicidad muy quedita y frágil que depende de lo que suceda a continuación, de quién se baje del pesero, del siguiente corrido norteño, de si el viejito pudo llegar a su casa. cuando llegué a vertiz me bajé donde siempre, por donde hay una tienda de smokings. las calles que cruzo para llegar de ahí al departamento están llenas de árboles but i wish i'd see a field below. en la casa estaban M y E y habían comprado unas bocinas y pusimos música y me quedé dormida. 




III.
hoy es martes como siempre es martes y como todos los martes, amaneció lloviendo o yo amanecí llorando. la verdad es que tenía un ataque de tos. he querido ponerme mis zapatos nuevos pero no con esta lluvia, no tanto por lo que le pueda pasar a los zapatos sino por lo que me pueda pasar a mi puesto que me puedo resbalar o algo. nunca he sabido usar tacones. he fracasado en mi vida adulta. la noche anterior M prepraró caldito para llevar de lonche y lo puse en mi mochila y lo derramé todo camino al metro. he fracasado. la vida, supongo, no es más que una sucesión de fracasos los cuales llevan a un sólo lugar: la muerte. de la ventana de mi cuarto no puedo ver el cielo puesto que lo tapan las ramas de un árbol, pero puedo ver algunos aviones que pasan muy cerca y si me acuesto en el piso puedo sentir como se mueve el edificio y eso me relaja, me arrulla. no quiero ir a un restaurante que esté girando todo el tiempo. eso lo pensé yo o tal vez lo vi en una película. he visto muchas películas en la computadora estas semanas cuando lo que debería hacer es ponerme a leer algunos libros o a escribir unas cosas. ayer escuché M, una canción que viene en el disco de seventeen seconds de the cure y que hace años no oía. hoy en el camión iba escuchando a the shins y tenía un ataque de tos. hay algo de mí que debes saber: cada vez que tengo un ataque de tos es para no llorar. y cada vez que digo nada, es todo. tú lo eres todo y yo soy nada.



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