6 de agosto de 2014

barranca del muerto



I.

es interesante ver que te puedo extrañar de dos maneras. antes estabas no estando. ahora estás pero ya no te hablo.




II.

Una vez, J y yo estábamos jugando al billar, en el cual soy malísima, él no; entonces me estaba enseñando a tirar o como se diga y me daba instrucciones muy buenas y específicas pero como yo soy una idiota, a la hora de tirar lo hacía siempre mal. En vez de molestarse me preguntó con infinita paciencia que por qué hacía eso y le dije lo siguiente: Pues como quiera no me va a salir, así que pues para qué lo intento. Me agarró la cara y me dijo que tenía que dejar de pensar eso no sólo sobre el billar sino sobre mí misma y todo en la vida. Creo que es uno de los momentos motivacionales más bonitos que he tenido porque todos siempre te dicen que tú puedes y que eres el mejor porque es como lo que tienen que decirte, pero en ese momento sentí que J de verdad sabía lo que estaba diciendo porque de verdad me conoce. No sé si alguien me vaya a conocer así alguna vez en la vida.




III.

Hay pesares que no podemos dejar de lado y hay realidades que no podemos ignorar. puaj.




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