16 de septiembre de 2013

te regalo mi país que son mis piernas





el descontento general con las cosas lo palmeamos en casi todo. las banquetas resbalosas, los charcos, la gente que se empeña en prender el asador, en tener una razón para celebrar y ser felices, lo cual no tiene nada de malo, supongo. este país no es mío pues no he hecho nada para ganármelo, pero si ha de pertenecerle a alguien que sea de aquellos que lo cuidan y que luchan y de los perritos. 





1 comentario:

Nicolás Díaz dijo...

Y de los eloteros, que lo hacen oler bien.