15 de agosto de 2012

the sounds you make when you are upset





no me es fácil conocer gente nueva. no creo que sea por mala onda, aunque comprendo que se pueda malinterpretar, es más bien que me da miedo que luego sí me conozcan y me odien como quiera. (oye no creas, le he dado muchas vueltas al asunto y no encuentro manera de evadir las inseguridades, siempre me pasa lo mismo, a veces intento convencerme pero hey, el amor propio no es algo que se puede fingir). cuando era una pequeña monstruo odiaba cambiarme de escuela, estar en un grupo nuevo, o ir a cursos de verano en donde tenía que hacer amiguitos. es difícil para los otros niños acostumbrarse al hecho de que tiene un compañerito monstruo que les puede morder el alma pero nunca los brazos ni las piernas porque es una buena persona. da miedo. para serles honesta, ellos me daban más miedo a mí. siempre fui como un instecto feo y asutadizo, de esos que se arrastran y que son venenosos sin querer y que piden perdón todo el tiempo hasta que mueren aplastados. supongo que dejando de lado todos los complejos adolescentes, accedí a conocer gente porque descubrí que hay mucha en el mundo y es básicamente imposible ignorarla. y que además no importa, si me odian o si los odio no es gran cosa, como quiera todos nos vamos a morir ¿no? aún así me inventé una personalidad patética para que de tal manera la gente no me odie, sino que me tenga lástima. argh soy insoportable. el caso es que cuando estoy frente a un grupo lo que me pasa es que me puedo olvidar de mí y puedo ser otra cosa y se siente bien y todo marcha masomenos en orden. como que adentro de un salón de clases las cosas tienen un objetivo y alguien se beneficia de ello. además los niños me cuentan chistes y en caso de que me dé hambre puedo decirle a alguno "oye niño dame tu lonche. o te voy a comer".




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