party shoes for the holidays

Voy a construir una ciudad de tres pisos. En el primer piso pueden vivir tú y tu indiferencia, en una casita campestre rodeada de avenidas grandes y fábricas. Tendrán un jardín enorme que los aislará del ruido y estarán tranquilos. Por las noches saldrán al porche a tomarse un té (suponiendo que te guste el té) y serán románticos porque no les queda otra opción. Claro que sus besos te sabrán a fresa.

Yo voy a vivir en el segundo piso de altos rascacielos con la gente a la que no le importa el gobierno. Trabajaré limpiando ventanas una vez que haya superado mi miedo a las alturas. Por las ventanas entrará la luz que iluminará todos los departamentos en donde tendremos fiestas, en las cuáles habrá mucha gente pero todos se sentirán solos, así son las fiestas. Por lo menos tendremos alcohol. A las seis de la mañana regresaremos al edificio que llamamos hogar nada más porque ahí están nuestras cosas y el refri. No habrá gatos pero sí muchos perros.

Encima de las nubes estará el tercer piso. Ahí sólo existirán autopistas que no irán a ningún lado. Y está bien porque de todas formas los coches no pueden subir tan alto. Ahí planeo pasarme el año nuevo. Si un día te cansas de inventar recuerdos y repasar fracasos, me puedes acompañar.