7 de septiembre de 2010

day 21. a photo of you standing up






Nunca le caigo bien a nadie, pero es mi culpa. Creo que no soy buena con las primeras impresiones. O segundas o terceras. No sé por qué se me hace tan difícil vivir afuera de mi cabeza. Una vez alguien me llamó pusilánime. Jamás me había sentido tan ofendida, avergonzada e identificada al mismo tiempo. Y es raro pues se convirtió en un sinónimo de mi nombre. Creo que soy el colmo del patetismo. Hoy jugué con un niño a un navío cargado de de de y fue de lo más divertido. Algún día me quiero deshacer de esta sensación de que estoy haciendo todo mal y de sentir vergüenza. Es idiota. Cociné sopa con cilantro y le dejé el cilantro porque me gusta cómo se ve. Extraño de repente las clases de la maestra Ruth. Escribo oraciones muy cortas. Perdón. En el momento en que tomé esa foto tenía ganas de estar en Xalapa y me sentía sola pero contenta porque era esa soledad que se disfruta. Siempre me concentré en los detalles más diminutos de mi vida y sobre ellos planeé mi futuro (y lo sigo haciendo, presente continuo): pizza las noches de sábado, un perrito, cantar en el coche, despertar tarde los domingos, llorar en las noches, extrañarte en el parque. El que no me haya preocupado por tener una casa muy grande es, sinceramente, mera estupidez. Soy pequeñita pequeñita, comida para gusanos. Nada que pueda impresionarte. 


3 comentarios:

Anónimo dijo...

a mi me caes bien

Anónimo dijo...

a mi me caias bien

Alejandra Arévalo dijo...

a mi siempre me has caído muy bien