24 de febrero de 2010

día de la bandera



¿Sabe cómo es la sensación de estar comiéndose unos crujitos y hasta que se terminan descubrir que la bolsa traía salsita? Algo así me acaba de suceder. Peca este blog de ser muy local, me acabo de dar cuenta, pero no sé si venga alguien de Chile a leer cositas que no entiende porque no sabe muy bien qué son los crujitos o cómo está el metro por acá. Pero igual es el sentimiento, esas cosas son universales. Bonito el día desde que no tuve que levantarme muy temprano a costa de perderme mi clase favorita y luego censurado censurado censurado y luego crujitos. L y yo veíamos o intentábamos ver Enamorándome de mi Ex (nos distrajimos), y al final cachamos que la señora no se queda con el esposo pero creo que tampoco con el arquitecto, y dice L ¿entonces con quién se quedó? Y le explico que no se queda con nadie la señora, se queda con ella misma porque es una mujer independiente que no necesita a un hombre en su vida para ser feliz. Y L se ríe de mí. Y yo: ¡¡¡Qué!!! Y me dice mentirosa. Entonces, ¿qué piensa? ¿Una mujer necesita un hombre en su vida para ser feliz o nel? ¿Ya está agotado el tema o lo saco mañana en mi clase de los jueves? ¿No entendí He's Not That Into You? La voy a rentar. Como que me gustan esas películas que son malas o mediocres pero que traen a un chorro de actores muy famosos y guapos. Creo que no me gustaría ser una actriz famosa ni guapa, lo que me gustaría ser es, no sé, a veces pienso que una de esas académicas o investigadoras que son Doctoras en algo muy muy específico y saben muchísimo de un tema muy inútil pero muy erudito como el desarrollo estético de la bandera mexicana o algo así; pero también a veces pienso que me gustaría ser una freelancer que se puede levantar tarde e ir al gimnasio y que vive en un departamento en Guadalupe. Pero también he pensado que quisiera ser niñera o secretaria en París o Japón, por decir un lugar exótico, y no tener ningún amigo porque en realidad no hablo el idioma y pues mis patéticas habilidades sociales no ayudan mucho pero por lo menos tendría todas las tardes y noches para ir a visitar museos o lugares o ir al cine o sentarme en una banca o hacerme rico de comer. O tal vez podría hacerme una buena traductora o intérprete y conseguirme un lugar para trabajar en la Unesco o en la ONU en New York. O quizás sí nos casamos y nos retiramos a Canadá donde tendremos unos vecinos coreanos y dos hijos. Pero bueno, tal vez termino en Guanajuato trabajando en una tiendita o me hago cantante de jazz o me convierto en marinera o aeromoza o me hago alcohólica. Es decir, yo creo que me gustaría ser todo o casi cualquier cosa, eso no me preocupa en lo absoluto, en lo absoluto, porque las cosas que yo quiero o necesito no son fama, dinero o cirugías plásticas. Pero sí quiero que me acompañes a la playa, tomarle fotos a las paredes, dormir juntos, andar en bici, o cosas así de imbéciles.


1 comentario:

Magrathea. dijo...

Pues esas cosas así de imbéciles son las únicas que le dan sentido a los días. Las mejores.